Al encenderse la luz del evangelio algunos huyen de ella; no quieren escuchar ni recibir nada de Dios, se han habituado a vivir lejos de Él, aman la oscuridad y la inmundicia. Esta es una reacción natural de los incrédulos que se obstinan en permanecer en sus transgresiones. Sin embargo siempre habrá hombres y mujeres dispuestos a recibir la luz del evangelio.Juan 8:12
Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
- Chuy Olivares - Casa de Oracion Mexico.
viernes, 14 de noviembre de 2008
Estudio de la Palabra
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